Este tipo de depósitos es idóneo para aquellos productos que no deban sufrir variaciones de temperatura o evitar condensaciones:
- Industria alimentaria:
- Estabilización tartárica de los vinos.
- Equipos de frío.
- Almacenamiento de harina.
- Industria química:
- Almacenamiento de Sosa Cáustica.
- Tratamiento de grasas.
- Almacenamiento de cualquier líquido en exteriores: aceite, agua, etc…
Los depósitos isotermos pueden ir equipados con complementos tales como serpentines, resistencias, traceados eléctricos, etc…